Yo y mis aventuras socio-parlantes
Chale, a veces de plano no me cae el veinte de que no todos tenemos el mismo sentido social. Me encontré a 3 personas en la oficina, a 2 los conocía y los salude, más o menos esto sucedió:
(A la primera persona la llamaremos Vicente El de Los Reportes, pero solo lo llamaremos Vicente porque… pues así se llama, la segunda persona es Alma La de Los Cambios, pero por cuestiones logísticas de espacio, ahorro de energía de mi parte y por respeto a los padres de la susodicha que bien optaron por ponerle ese horrendo nombre, la llamaremos Alma)
Llego con ellos tres y como cualquier persona educada, salude a estos 2, ignorando y dando la espalda a la tercera persona, evitándole así el disgusto de tener que conocer a tan desagradable ser humano. A los 2 pasos Vicente El de Los Reportes me regreso para que saludara a la damisela que muy amablemente -y con las mejores intenciones- ignore. Resulto yo y esta vieja nos conocíamos solamente por teléfono según nos comento Alma La de Los Cambios, dijeron nuestros nombres y si, efectivamismo, nos conocíamos por teléfono y por nombre así que Alma La de Los Cambios siguió conmigo:
Alma: “si, pos es que ella es muy callada, no?”
Yo: (tratando de hacerme el simpático para salir de tan horrenda situación: conocer a alguien nuevo)“si, jeje, estem, pues por teléfono no es muy callada eh!, jeje, jeje”
Alma, Vicente, Viejaesa: “…”
Yo: “este… am… eh… si… ya me voy… para allá…”
De veras, alguien escriba mis diálogos para la vida.