Essex

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14.5.09

Mi primera chamba "profesional"

Cuando recién termine la lic, entre a trabajar en convergencia, el partido político, en el área administrativa, estaban mis 2 jefes: el administrador (duh) que creo que se llama victor y el contador, pedro, un par de señores bien a toda madre que en su juventud habían vivido un tiempo en el DF porque habían estudiado en el politécnico, eran el primer año que tomaría “sabático” en lo que me iba al CIC a hacer la maestría. No entre por sentir simpatía por el partido, quien sepa, ps sabe, quien no, ps que sepa que la política para mi es una de las 32000 cosas que terminan valiendo madres, entre por el varo.

En Culiacán se acostumbra trabajar de lunes a viernes y sábado medio día, victor y pedro eran bien pedotes, así que cada sábado acostumbraba llegar bien crudo y bien tarde a la oficina y nunca me decían algo, nomas victor me decía entre risas, “vienes bien crudo verdad?” no sé cómo le hacía para saber eso si nomas llegaba bien pálido y con un gatorade en la mano.
Cada sábado acostumbraban -después de cerrar la oficina- ir a una cantina en el que se encontraban con sus camaradas de la secundaria y la prepa y ahí se infestaba la cantina de puros señores cincuentones que se conocían de chorromil años, la cantina, para quienes puedan saber, es El Guayabo y sirven el pollo rostizado mas chingon que he probado.
Un sábado que llegue crudísimo, en épocas de elecciones para gobernador en Sinaloa, me la pase lamentándome de mi estado mientras pedro se la pasaba echándome carrilla. Cerramos la oficina y como fuimos los últimos en salir me dice victor “que onda diego, te la curas acompañándonos a El Guayabo”, al principio me sonó a albur, pero luego-luego, dándome cuenta de mi deplorable estado, acepte.
Y ahí estábamos pedro, victor y yo en El Guayabo chingadonos la primera cubeta de medias pacifico mientras llegaban mas compas de ellos y entre que se ponían a recordar sus estudiantiles días y a hablar mal de viejas, yo seguía chingandome pacíficos a diestra y siniestra, al cabo que ellos pagarían la cuenta ese día, ja. Para cuando estaba pidiéndole rolas a los chirrines yo ya andaba pedisimo de nuevo.


Era chilo trabajar con ese par, pedro era bien alburero y se la pasaba diciéndole piropos a las secretarias de la oficina, además que eran bien pedotes y me dejaban llegar tarde todos los días.
Al tiempo después, victor y pedro renunciaron ya que en el partido hubo cambios internos, nombraron a un viejillo mamón de administrador y fue mi nuevo jefe, un día me la hizo de pedo por llegar tarde, yo ya estaba a punto de irme al DF así que hice lo que todo empleado frustrado con sus superiores ha querido hacer, dormí hasta que se me hincho el ombligo, desperté, y me fui a la chamba, el viejillo se encabrono y me dijo “a la siguiente te corro” y nomas le respondí (textualmente): “ni madres, si no quiere que llegue tarde, ya mero renuncié, al ratón”.

Salí al carnaval de Mazatlán al siguiente día y después al DF.