Vanessa
Fue a los 16 años que me mude de escuela de tae kwon do a la de la universidad de Sinaloa (UAS) y conocí a vanessa.
Y entonces salíamos de entrenar a eso de las 9 de la noche y cada noche nos cachabamos en la salida para acompañarla al camión, en Culiacán no les dicen micros porque... pues no son micros, allá la gente si es alta. Y nos gustábamos harto porque, básicamente, a los 2 nos gustaba un chingo los beatles. Y así cada noche en las que ella dejaba pasar uno a uno cada camión, y obvio, yo estaba bien pendejo por la vanessa y me valía madres que se hiciera tarde y me fuera caminando hasta la casa cansadisimo después de la sesión de hora y media de entrenamiento.
Y no pasamos del amorcito y gustoso y platónico, en el que ella esperaba que yo hiciera algo que -típico de mi-, básicamente, nunca hice.
Ambos nos salimos de entrenar y nos topábamos en los primeros festivales de rock de Culiacán cuando solo tocaban cosas malosas del diablo y era bien trú, y nos dábamos cuenta que habíamos cambiado el amor de los beatles por el amor al señor de la oscurida', pero como era la época en la que entregarte al señor de la oscurida' implicaba volverte mamón y engreído, nos ignorábamos como enemigos del kinder.
Y no nos volvimos a ver.