De Doña Juana
Conte alguna vez de la huerta que estaba al lado de mi casa cuando era un infante, justo enfrente de esa huerta y al lado de donde solia vivir, vive una vecina, Doña Juana, es una señora que ahorita tendra algunos 70 años mas o menos, la doña es bien alivianada, tiene una hija, Guille y un hijo mas morro que yo. Una nieta que actualmente tiene 20 años y una bisnieta de algunos 4 o 5 años. Fuera de los anteriormente mencionados no tiene mas familia en Culiacan, podria decir que la mama postiza de varios de los que vivimos por los alrededores, cada dia festivo (dia de muertos, navidad, año nuevo, etc...) siempre prepara alguna cena, y prepara un chingo, a pesar que su familia es pequeña, lo hace porque todos sus "hijos" aunque sea por un lapso no mayor que una hora, la visitamos, por lo regular fuera de esa celebracion no oficial, nosotros, como conocidos, no nos frecuentamos si no es alli, es una ley no escrita que nos esforzamos por cumplir. Por el simple hecho de habernos criado alli. Cada año me siento en su enorme mesa de madera a cenar, observando y (en los ultimos 3 años) escuchando sobre la milagrosa rehabilitacion de Julian.
Es una de esas costumbres que uno no las tiene siempre presentes, que se realizan por inercia.
Apenas ayer me acaban de informar que (no, no se murio) Doña Juana se encuentra en terapia, al parecer sufrio de un infarto cerebral, no se a que se deba, siempre la he visto muy bien de salud, no se que consecuencias inmediatas o a futuro pueda traer algo como eso, espero que se encuentre chingon, para saborear de nuevo en su compañia el lomo de res y la sopa fria que nos prepara año con año a nosotros, sus hijos, sin importar que siga alabando a Julian por su rehabilitacion. Y no estoy pensando solo en la cena, recuperese Doña, de parte de su hijo.